TEATRO DE REVISTA EN CARLOS PAZ ¡ABRIENDO EL TELÓN DE LAS MASCULINIDADES!

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Compartimos, a continuación, un flayer de difusión realizado en el marco de la Campaña: 16 Días de Activismo en contra de la Violencia de Género. Y celebramos la iniciativa del Ministerio de la Mujer, del Gobierno de la Provincia de Córdoba porque gracias a instancias de formación como la Diplomatura en Formación de Acompañantes Comunitarios contra la Violencia de Género, se estimulan estos necesarios debates.

El objetivo de la difusión es problematizar la Teatro de Revista de Carlos Paz como campo de reproducción de violencias contra las mujeres. En particular, se hace alusión a la falta de protagonismo de las mujeres en las obras teatrales; a la cosificación de sus cuerpos y a la utilización de sus roles como objetos de burla, justificados desde el «humor».

Compartimos el flayer: TEATRO DE REVISTA EN CARLOS PAZ ¡ABRIENDO EL TELÓN DE LAS MASCULINIDADES!

ALGUNAS REFLEXIONES, A PARTIR DE LAS REPERCUSIONES DEL FLAYER

Iniciativas como la campaña: 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, o propuestas como la Diplomatura en Formación de Acompañantes contra la violencia de género son instancias, por demás trascendentes, que nos invitan a convivir con las subjetividades propias y de las personas.

La violencia de género constituye una temática que atraviesa a la sociedad toda. Y ha penetrado tanto en los preceptos de la naturalización, que nos invita a un desafío doble: romper las estructuras que nos exponen a un horizonte “dado”, y construir herramientas de intervención y acompañamiento para acercarnos a una vida libre de violencias.

El teatro, como tantas otras actividades, también produce y reproduce violencias: convive con estereotipos de masculinidad; violenta a las mujeres desplazándolas del rol protagónico, violenta a las mujeres cosificando sus cuerpos, violenta a las mujeres convirtiendo sus cuerpos en objeto de burla o ridiculizando “los roles” que le ha impuesto el sistema patriarcal.

Sería injusto generalizar a todo el TEATRO dentro de esta lógica. Sin embargo, el teatro de revista en Carlos Paz conforma un espacio que poco ha cuestionado estas prácticas. Agudizando la vista y la empatía, sus libretos dejan expuesta la desigualdad y la publicidad difunde estereotipos que colaboran con las dificultades de acercarnos a una vida libre de violencias.

Cuando traemos a cuenta las dimensiones abordadas por Casals, fundamentalmente la de poder y de trabajo, encontramos “recipiente” para acercarnos al problema planteado en este trabajo: Mayor protagonismo de varones en las obras teatrales: grupales/unipersonales. Nos queda a disposición un recipiente para comprender por qué ocurre esto o, en principio, nos aporta herramientas para no mirar hacia un costado.

Si no hubiese un sistema patriarcal injusto e irracional que excluye mujeres y otredades, como plantea Dora Barrancos este problema podría analizarse, en otros términos. Sin embargo, el sistema patriarcal existe, penetra y su mayor logro: ha sido estratégicamente naturalizado.

La mayoría de las personas encuestadas, a partir de esta iniciativa, coinciden en la función social (entre otras) del teatro. Es decir, entienden ese espacio en el marco del papel y contribución que representa para las personas e instituciones que disputan poder en la sociedad que vivimos.

¿Qué contribución puede representar un espacio que difunde contextos naturalizados? ¿Qué contribución puede aportar un espacio que no pone en tela de juicio el lugar que ocupan las mujeres cuando se abre el telón?

El equivalente de los varones protagonizando las obras, tiene eco en varones cobrando más dinero por realizar el mismo trabajo que las mujeres, varones que concentran la mayor parte de la riqueza, varones a la cabeza de instituciones públicas y privadas, varones concentrado las instituciones que tienen el monopolio de la fuerza, etc.

Tratemos de observar, por un instante, las principales calles teatrales de Carlos Paz como una institución. A cada paso: familias, grupos de amigos y amigas, compañeros y compañeras de trabajo, turistas y habitantes de la ciudad van consolidando entre luces y carteles un sentido común que se moldea en favor del no cuestionamiento a las distintas e infinidades de violencias que sufrimos las mujeres.

¿Cuál es el papel del Estado Municipal en todo esto? Cuando preguntamos por esto, en la encuesta realizada, las y los participantes afirmaron (en su mayoría) que no saben si la municipalidad aborda políticas para combatir estas estructuras. Y, no por mucha diferencia, otros respondieron que el municipio no hace nada.

No hacer nada, o hacerlo y no comunicarlo nos expone al mismo peligro.

Por su puesto que la muestra participante de esta intervención no es representativa. Pero sí, nos significa muchísimo cada apreciación para instar, comenzar o promover un debate que está muy lejos de la centralidad que le ha puesto, por ejemplo, el Ministerio de la Mujer en la Provincia de Córdoba.

Dora Barrancos hablaba, en su intervención, la importancia de abordar estos temas en clave local, atendiendo a las particularidades que nos rodean. Creemos que, si un simple flayer movilizó el pensamiento de al menos un vecino o vecina, de un solo o sola turista ¡ya es un éxito!

Lejos de abordar una problemática sin sentido. Planteamos esta intervención desde la construcción de masculinidades y una conciencia del sistema patriarcal que nos contiene, para tratar de comprender por qué ocurren estas cosas con tanta naturalidad. Pero no es, ni deben ser estas herramientas de comprensión una justificación a los modos y las formas que violentan la vida profesional, social, sexual, etc. de las mujeres. Que, en definitiva, nos reducen la posibilidad de bregar por una vida libre de violencias. Por convicción, por lucha y por conciencia estamos dando vuelta la realidad.