El macrismo tenía razón: la República está en peligro. Sólo se les olvidó considerar que, en este tema (como en tantos más), son juez y verdugo. Mientras desparraman tinta y sentido “defendiéndola”, constituyen fuerzas ilegales de persecución que la ponen en peligro. Así lo confirmaron los videos salidos a la luz en estos días. La #GESTAPO-M funcionando al pie del cañón ¿De dónde viene esta inspiración macrista?
Marcelo Villegas (ex Ministro de Trabajo de Vidal) y Adrián Grassi (ex Subsecretario de Justicia de la provincia, durante el gobierno de María Eugenia) protagonizaron (entre otros) una suerte de “clase exprés” para perseguir gremialistas opositores. Aconsejaron el uso de palabras como: amenaza, extorsión, violencia, vandalismo. Todo para demonizar la organización gremial y perseguir opositores.
Éstas prácticas persecutorias, ilegales y mafiosas, tendientes a una especie de preferencia por el espionaje, desnudan la naturaleza del gobierno de Vidal, Macri y sus secuaces.
Conocer la historia resignifica la posibilidad de no cometer los mismos errores. Sin embargo, algunos y algunas recurren a ella para traer al presente las prácticas más aberrantes y, según sus concepciones, más “útiles” para abordar sus propósitos.
¿QUÉ FUE LA GESTAPO?
La GESTAPO fue la policía secreta de la Alemania Nazi. Su antecedente está en las SA, que fueron las tropas de asalto utilizadas por Hitler cuando llegó al poder en 1933, como canciller.
Dado que las SA, según consideración de Hitler, no eran muy “elegantes” y las consideraba cargadas de corrupción, institucionalizó la GESTAPO como policía secreta del Estado.
PARA CONTEXTUALIZAR
Después de la Primera Guerra Mundial, tras la derrota de Alemania, el país cae en una profunda crisis económica. Dos bandos se enfrentaban para entonces: los fascistas y los comunistas.
En 1933, a través del partido NAZI, los fascistas se hacen del poder en Alemania. Apenas un año después (1934) se funda la GESTAPO.
El objetivo de la policía secreta alemana era la eliminación de cualquier tipo de enemigo o enemiga ideológica. Toda persona que comulgara pensamientos diferentes al régimen nazi debía ser eliminado.
La impunidad de la GESTAPO llegó a niveles escalofriantes. En 1936 se le otorga una especie de “CARTA BLANCA” que la eximía de cualquier tipo de responsabilidad frente a los tribunales. Sólo debían responder a Hitler.
Mediante la propaganda, la GESTAPO comenzó a difundir contundentes mensajes que impusieron muchísimo miedo en la sociedad alemana. Cualquier acción, dicho, movimiento, expresión, etc constituía motivo para caer en manos de la GESTAPO.
Las detenciones se hacían durante la madrugada. Y no sólo eran objeto de apresamiento quienes expresaran diferencias ideológicas. Todas las disidencias consideradas por el nazismo opositoras a la “conservación y prestigio de la raza aria”, también engrosaron las listas de la policía secreta.
La invasión alemana en Polonia contó con la participación de la GESTAPO. Pero al seguir la Segunda Guerra su curso, la derrota alemana ya se veía venir.
En 1944 los Aliados bombardean Berlín aniquilando edificios y archivos pertenecientes a la organización secreta policial. En 1945 la GESTAPO es disuelta y clasificada como organización criminal por el entonces presidente de Estados Unidos.
La considerable analogía entre las prácticas macristas y la GESTAPO son, por demás, evidentes.
Desde Trazo Popular, esperamos que las instituciones competentes en este asunto den el ejemplo.
No puede ni debe haber justificación alguna para perseguir trabajadores y trabajadoras. No puede ni debe haber justificación alguna para desarticular la conquista de la organización gremial. Y no puede ni debe haber justificación alguna para permitir el funcionamiento del aparato del Estado, dentro de los términos del espionaje y la ilegalidad.