Hoy se cumplen 26 años del fallecimiento de Jorge Abelardo Ramos ¡el Colorado!. Y desde Trazo Popular lo recordamos, retomamos y agradecemos ¡Eternamente!: «La mejor pluma política del país», como lo definió Hernández Arregui.

No sin intenciones, el Colorado Ramos, ha sido negado desde todas las usinas formadoras de pensamiento. Fue, y es, uno de los intelectuales y políticos más brillantes que ha parido la América Morena, por eso su brillantez es igualmente proporcional a la negación de su obra, por parte del pensamiento único.

Ramos fue profesor universitario, historiador, político, periodista y editor. Se destaca por haber sido uno de los inspiradores del pensamiento nacional latinoamericano del Siglo XX. En sus páginas nos encuentra la teoría de que América Latina es una Nación inconclusa: unidad interrumpida por los intereses extranjeros, en alianza con las oligarquías locales.

Trosko y peronista ¿se puede?. Sí, cuando la claridad intelectual del devenir histórico popular, nacional y latinoamericano se anticipa en el análisis de nuestros destino ¡es posible!. Pues quien reconoce los intereses del imperialismo y desnuda sus formas de actuar, comprende que el peronismo fue (y es) un movimiento profundamente antiimpleralista, así lo leyó Ramos y con él coincidimos.

Por eso desde 1945, año icónico del peronismo, se sumergió en una actividad intelectual y política que lo llevó a revisar, desde un pensamiento profundamente situado, la historia argentina y de América Latina. Formulando una visión continentalista que plasmó en su primer libro: América Latina, un país (1949)

El diario de la época, Democracia, conjugó el lápiz de Perón y el de Ramos en sus páginas. Los dos escribían con seudónimos: Perón firmaba Descartes, y el Colorado se hacía llamar Víctor Almagro.

Ramos pudo leer y reconocer, al instante, el carácter revolucionario del peronismo adhiriendo críticamente a sus políticas y manteniendo una autonomía orgánica. Por eso comprendió, desde allí, que en los países periféricos  la fuerza revolucionaria venía de la mano del nacionalismo popular, democrático y latinoamericano.

Impulsó la izquierda nacional y desde ella convocó a votar por Perón en las elecciones de 1973, después de 18 años de proscripción. De hecho, la mismísima Cristina Fernández de Kirchner, ha manifestado que la boleta del Colorado Ramos fue la que utilizó para ejercer su derecho. No sufragó con la boleta del Frente Justicialista de Liberación:

«Mañana me matan todos, pero lo tengo que decir igual: debo reconocer que vote al FIP. Decir la verdad es algo muy fuerte en mí, no puedo parar los sentimientos de verdad» dijo en su momento, CFK.

Quienes hemos tenido la oportunidad y el agrado de leer al Colorado Ramos sabemos que su impronta es única: tuvo siempre un lápiz picaresco que expuso la lucha de clases en nuestro país y en América Latina de una forma única; reveló el drama de nuestra historia anclando categorías que expusieron con claridad y talento la estrategia de fragmentación impulsada por las grandes potencias extranjeras y las oligarquía locales que pululaban con el té inglés y el baile de salón.

Fue uno de los primeros intelectuales y dirigentes que instaló la discusión de un necesario feminismo popular: impulsó dentro de su fuerza la discusión de los derechos de la mujer y el desarrollo de un feminismo popular latinoamericano.

Fue Fabi Carvalho, su compañera, quien tomó personalmente el asunto para abrir canales de participación, alentar reformas en los procedimientos y políticas internas del partido; etc. Y, además, pusieron en marcha lo que, con el tiempo, se constituyó como el primer sindicato nacional de amas de casa.

EL COLORADO, CHÁVEZ Y CRISTINA

Aquí, un video que revela la vigencia de la pluma del Colorado. Profundamente reivindicada por Cristina Fernández de Kirchner y Hugo Chávez.

Este artículo que expresa un humilde recorrido de Ramos, es sólo una parte de la vida intelectual y política de uno de los dirigentes más destacados de la América Morena.

Recomendamos con insistencia su lectura, porque hacerlo es ahondar en los porqués de nuestros problemas como región y como país. El Colorado Ramos siempre nos invitó a conocernos. Conocernos para defendernos, PUES NO SE DEFIENDE LO QUE NO SE CONOCE.

¡Gracias por tanto Colorado!